viernes, 17 de diciembre de 2010

Feliz año


Estimados compañeros

Desde la Biblioteca Qomllalaqpi les deseamos que pasen unas felices fiestas, y los mejores deseos de prosperidad para el próximo año.
Bogamos por que haya concordia entre los diversos pueblos que conforman esta Nación y un pronunciado respeto hacia las diferencias. Como tantos otros, el Centro Comunitario Daviaxaiqui representa una minoría étnica que intenta, desde el espacio de la biblioteca y los testimonios de las 42 familias existentes, resistir aspectos de una cultura ancestral.
La experiencia comunitaria de Derqui no deja de representar una cara de la Historia Argentina, un componente más que hace al patrimonio multicultural del país.
Saludamos a las diversas naciones y pueblos originarios, que se cumplan los buenos deseos y que las comunidades puedan desarrollarse en armonía, sin carencia de recursos, fortaleciendo la identidad y valorando la memoria.
Por último informamos que el equipo de trabajo proseguirá con las tareas habituales, junto con la Fundación desde América, para poder cumplir los proyectos que tanto anhelan los paisanos del Centro Daviaxaiqui. En tanto que el blog retomará las actividades de difusión a partir de enero de 2011.
Con sincera gratitud, felices fiestas para todos.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Pequeñas construcciones interculturales


Probablemente se trate de un ejemplo concreto de construcción interdisciplinaria dentro de una biblioteca indígena, la "construcción de un nosotros" como hemos querido entender dentro de la comunidad. Esta apreciación está motivada por las tareas que se vienen llevando a cabo para representar la biblioteca del Centro Comunitario Daviaxaiqui según los motivos pictóricos de su cultura. Lo interesante ha sido el intercambio de información aportada por los materiales que fueron llegando a la biblioteca junto con la devolución que hicieron los paisanos de Derqui según sus propios conocimientos.
En la biblioteca Qomllalaqpi ingresaron dos libros que fueron de suma utilidad para la elección de guardas y motivos simbólicos que serán pintados en las paredes. La intención era facilitar esos materiales para discutir, según el conocimiento qom, cuáles de esos símbolos e imágenes resultaban propios de la cultura.Por un lado el libro "El diseño indígena argentino: una aproximación estética a la iconografía precolombina" de Alejandro Eduardo Fiadone, con prólogo de Alberto Rex González [Biblioteca de la mirada, 2008] y por otro Diseño precolombino: catálogo de iconografía mesoamerica-centroamerica-suramerica, de Cesar Sondereguer [El Corregidor, 1999]. Posteriormente se analizó que tipo de tareas serían las indicadas para llevar adelante el proceso de pintado, coincidiendo tanto los miembros de la comunidad como los artistas plásticos Maria Zulema Coultas y Luis Gallego Andrade en alisar con cemento el perímetro circundante de los marcos de puertas y ventanas, para luego aplicar la pintura correspondiente según el tipo de imagen.
Prácticamente no existen ejemplos semejantes en la llamada "Bibliotecología indígena", por lo general este tipo de bibliotecas son construidas con bajos recursos, o aprovechando espacios ajenos, en algunos casos cedidos por instituciones, por lo que no se considera el diseño autóctono, algo que por cierto tiene mucho significado para las comunidades. En este caso lo realmente interesante ha sido la apropiación de los paisanos de Derqui para diseñar ellos mismos los motivos simbólicos que conocían de sus abuelos.
Recientemente Ana Medrano, al consultar un libro sobre culturas indígenas guaraníes titulado Maino’ I rapé: o caminho da sabedoria [IPHAN, CNFPC: UERJ, 2009], donado gentilmente por José Bessa Freire, bibliotecario brasileño, descubrió semejanzas en las técnicas de tejido de bolsos y carteras, con los modos de hilado de las culturas qom y wichí. La diferencia estaba en el uso de colores estridentes por parte de los guaraníes, en detrimento de los colores "tierra" que suelen usar las culturas del noroeste argentino al realizar las "yicas" o morrales. Pero la técnica de hilado era similar, al igual que el tipo de planta utilizada (los qom usan hoja de palma para cestería), ya que el libro cuenta con variadas imágenes que dejan detalle de los diversos procesos de construcción artesanal. Más que el texto en sí, Ana encontró significado en las imágenes.
No cuesta mucho imaginar, trasladando la idea, que las paredes desnudas de la biblioteca no tienen realmente sentido para los “qompi” de Derqui.
Pronto dejarán de estarlo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Sobre la construcción de pensamiento crítico en la Bibliotecología


Con motivo de una reflexión compartida en diversas listas de discusión bibliotecarias, resulta necesario reformular un aporte en cuanto a lo sucedido en el encuentro de Corrientes de trabajadores por el cambio social, un aporte mínimo en su significado, probablemente abordado en otros encuentros o discusiones, y que tiene que ver con el ejercicio de pensamiento crítico en la profesión, en especial el alcance de la bibliotecología en sus diferentes contextos como así también el rol social del bibliotecario.

Más allá de lo específico de cada aportación en este encuentro, esta vez parece necesario recalcar o subrayar el espacio habilitado para pensar (o repensar) el rol del profesional de la información en los actuales escenarios bibliotecológicos. En líneas generales algunos bibliotecarios nos hemos quejado de ciertos congresos cuyas entradas resultan fuera de toda órbita (a la vez que se analizan temáticas, en un alto porcentaje, de realidades propias del primer mundo, lo cual resta representatividad al espacio de resistencia que suelen significar aquellas experiencias desarrolladas en contextos más vulnerables, tanto económica como socialmente).
Por otra parte suele ocurrir, desde hace algún tiempo, algo que muchos prefieren callar: la reiteración de censuras, por parte de moderadores de listas de discusión, sobre temas que en apariencia nada tienen que ver con nuestra profesión, cuando en realidad toda problemática social y política se encuentra de algún modo imbricada en nuestro quehacer.

Lo que se discute, una vez más, es que únicamente mediante el ejercicio de pensamiento crítico es posible abordar eventuales construcciones de paradigmas, enorme complejidad no supeditada al conocimiento de la técnica.
Decía un filósofo del cual no recuerdo ahora su nombre “me siento un tanto viejo para empezar de nuevo la construcción”, creo que no podemos dejar de lamentar esto desde el campo de las ideas, pero pienso si los bibliotecarios podemos ir más allá de nuestras posibilidades, y si están habilitados los espacios para que esto ocurra.

Si somos realmente conscientes del rol social que nos ocupa, se me ocurren momentáneamente dos opciones (seguramente existen alternativas más pertinentes) para obtener elementos que nos permitan el ejercicio de pensamiento crítico: la libre discusión en listas bibliotecarias y la participación de congresos como el que tuve la suerte de formar parte. En lo personal rescato el potencial de las ideas en torno a una simple propuesta (una experiencia de biblioteca comunitaria en un contexto multiétnico) rescato la preocupación sincera, el compromiso ético, pero sobre todo el espacio donde se intentó analizar críticamente el escenario, tan complejo como vulnerable, en el que suele transitar nuestra vocación cuando precisamente los recursos no son los adecuados.

Porque cabe analizar lo siguiente: a los digitadores del poder económico, las corporaciones, multimedios, políticos y operadores varios, solo les interesa una cosa entra tantas; que buena parte de la sociedad –y buena parte de sus profesionales, sean cuales fueren sus centros de interés- no ejerzan el pensamiento crítico en temas que se vinculan con su profesión (o en todo aquello que desde nuestro corpus académico podamos aportar en tanto construcción crítica con temas sensibles tanto política como socialmente), y para eso necesitan, en espacios como el nuestro, que ciertos moderadores cumplan su rol censurando ese tipo de construcciones, inhabilitando dicha posibilidad.
Dejemos de lado, en este análisis, al resto de la “sociedad” en tanto trabajadores que cumplen sus rutinas para que el “sistema” pueda funcionar, para buena parte de este contexto existen los medios de comunicación (en especial la televisión) que los mantendrán distraídos mientras las cosas siguen su curso.

Entonces tenemos, en el campo de la bibliotecología, a un conjunto de excelentes profesionales, actualizados, competentes, comprometidos éticamente, pero obedientes a un sistema que les indica que pueden y no opinar, que pueden, o no, construir.
Lo paradójico de estos casos (la impresión puede ser discutible) es que pertenecer, con todo lo que implica formar parte hoy por hoy de un espacio, otorga la tranquilidad de sentirse incluido en un gran club, pero estando adentro en realidad están afuera, porque desde el vamos, ciertas inquietudes les están vedadas. Ante esta realidad algunos adscriben por interés, y otros directamente no lo saben, o simulan no saber, que no representan otra cosa que la idea de profesionales libres haciendo elecciones en un inmenso lugar enrejado.
Pero también están aquellos que, defenestrando públicamente el sistema, elijen constantemente ser incluidos para expresar su desencanto, quien suscribe este informe recibió muestras de adhesión por el mensaje que ahora se reproduce en este blog, pero a título personal, sin hacer público el posible debate.

Paralelamente, en otros escenarios, discutimos la ausencia de la bibliotecología en círculos interdisciplinarios donde a diario se realizan aportes académicos a problemas sensibles (personalmente puedo dar fe de espacios frecuentados por antropólogos y lingüistas con los cuales podemos confrontar o aportar ideas con respecto a las culturas originarias, en especial lo relacionado con la identidad y el concepto de patrimonio cultural en riesgo) o lamentamos el estereotipo de personas no comprometidas, apáticas y rigurosas de su componente técnico, y es aquí que si la bibliotecología se limita únicamente a su componente técnico perdemos oportunidades de aportar conocimientos e inquietudes de un modo transversal y crítico.
Estarán quienes no tengan el mínimo interés en discutir estas encrucijadas, esa indiferencia no se critica, simplemente no se la comparte. Pero lo que se intenta analizar es que las listas de discusión en bibliotecología deberían favorecer otra amplitud, aunque más no sea la habilitación de un espacio dentro del espacio.

Creo que para construir paradigmas se necesitan fomentar y promover espacios de discusión, sin ningún tipo de censura, en un marco plural y de respeto a las diferentes formas de pensamiento existentes, porque de hecho existen profesionales que han analizado críticamente el rol social de los bibliotecarios, pero resultan casos aislados, pronunciados de tanto en tanto, sin llegar al resto de los colegas que a diario trabajan y estudian, y que probablemente se sientan representados con estas inquietudes.
Mensajes que denotan la ausencia de respuestas colectivas a problemáticas concretas, minimizando en su conjunto el espacio de las ideas, aquellas cosas que por algún motivo muchos aceptaron no tolerar.

Esta reflexión pretende generar conciencia sobre aquellas problemáticas, propias de culturas originarias en contextos vulnerables, que necesitan del aporte académico, ya que los intercambios del congreso compartido necesariamente implican un beneficio para la comunidad, ya sea por la posibilidad de replicar experiencias como por las ideas brindadas en un marco de respeto y solidaridad.
Vaya a todos los participantes, organizadores y asistentes, el mínimo significado de nuestra gratitud.

Daniel Canosa

viernes, 10 de diciembre de 2010

Visita de Geraldo Prado a la Biblioteca Qomllalaqpi

El pasado sábado 4 diciembre, el Centro Comunitario Daviaxaiqui de la comunidad qom (toba) de Derqui, recibió la visita de Geraldo Moreira Prado, interesado en conocer el proyecto Biblioteca-Museo “Qonllalaqpi” y Radio Indígena Bilingüe.
Geraldo es historiador y bibliófilo, y colaborador desde hace muchos años de la importante Biblioteca Comunitaria Paiaia de Bahía, Brasil.
En la oportunidad, Geraldo fue acompañado por Carlos Martínez Sarasola y Ana Llamazares directores de la Fundación desdeAmérica y pudo departir con Roque y Ana, responsables del proyecto en la comunidad, con don Valentin Moreno, y con los artistas Maria Zulema Coultas y Luis Gallego Andrade, quienes están colaborando en la iniciativa de pintar con motivos de la cultura ancestral los murales del Centro.
Creemos que a partir de aquí se entablará una fructífera relación de intercambio entre ambas Bibliotecas. Gracias por tu visita Geraldo !!

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El proyecto Qomllalaqpi en el más reciente libro de Carlos Martínez Sarasola


Desde la Biblioteca Qomllalaqpi agradecemos el informe publicado por Carlos Martínez Sarasola en su último libro "De manera sagrada y en celebración: identidad, cosmovisión y espiritualidad en los pueblos indígenas" [Biblos, 2010] sobre el proyecto Biblioteca Museo Qom y Radio Indígena Bilingüe que se pretende desarrollar en el Centro Comunitario Daviaxaiqui en vinculación con la Fundación desde América.

Bajo el título de "La incorporación de las nuevas tecnologías", el reconocido antropólogo detalla los actuales procesos de fortalecimiento de las prácticas comunitarias en Derqui, incluida la problemática lingüística, y la necesidad de contar con un espacio radiofónico que permita establecer un circuito de producción documental con la biblioteca, a fin de generar registros representativos mediante colecciones de audio.

Los invitamos a recorrer esta nueva producción de Carlos Martínez Sarasola, un detallado y exhaustivo análisis en torno a la identidad indígena, la cosmovisión originaria y la revisión de conceptos abordados desde el campo antropológico sobre los pueblos indígenas de América Latina.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Repudio al asesinato en la Comunidad La Primavera (Formosa)


Las cruentas imágenes hablan por sí mismas.

Los miembros del blog Comunidad Qom Navogoh han difundido los gravísimos hechos ocurridos con paisanos de la comunidad “La Primavera” (Formosa), que desde hacía meses junto a otros hermanos mantenían cortada la ruta nacional 86 en reclamo de sus tierras, desembocando en el asesinato de Roberto López y de un oficial de policía, además de numerosos heridos, muchos de ellos de gravedad.
Resultan inexplicables las muertes ocurridas, como resulta inexplicable la represión desatada por las fuerzas policiales para dispersar el piquete.
En la comunidad ahora tienen miedo, y solo piden ser escuchados.
Es necesario que se habiliten sinceros espacios de diálogo y reflexión en torno a lo sucedido, para que nunca más se tenga que padecer un estado de violencia por parte de quienes precisamente deben velar por la seguridad de los ciudadanos que conforman esta nación.

Tanto desde el Centro Comunitario Daviaxaiqui como la Fundación desde América repudiamos enérgicamente los trágicos sucesos ocurridos.